La terminología médica.

Icono IDevice Historia de la terminología médica.

 

La terminología médica es el conjunto de términos utilizados por los profesionales de la Medicina de todo el mundo. Asignada a una disciplina específica de la ciencia, comparte con todas las demás las propiedades de monosemia, estabilidad, no ambigüedad y neutralidad emocional de las que carece, por lo general, el lenguaje común, y con las que aspira al rigor y precisión del lenguaje científico.

Sin embargo, estas características, en ocasiones, para algunos términos médicos, pueden desaparecer, y se dan casos de sinonimia, polisemia, connotaciones valorativas o afectivas, y cambios de significado a lo largo del tiempo, lo cual lleva a la comunidad internacional médica a estudios constantes para regularizar y normalizar su terminología, y evitar en lo posible estos fenómenos molestos que pueden provocar ambigüedad y vaguedad.

 

La terminología médica actual es el resultado de veinticinco siglos de historia de medicina científica, por lo que incluye términos de muy variada adscripcicón cronológica. La inmensa mayoría de los términos son de procedencia griega y latina, lo que se explica por ser la Grecia del siglo V aC donde se ubica el nacimiento de la medicina científica, y ser ambos idiomas, con diferencias históricas, las lenguas vehiculares fundamentales en la historia de la medicina científica europea.

El griego fue el idioma de la medicina científica durante toda la Antigüedad clásica: en las escuelas médicas de los siglos V y IV aC, en la época alejandrina, bajo el imperio romano. Recordemos los nombres de médicos tan famosos como Hipócrates, Dioscórides, Galeno...

Es de esta época de donde procede una gran parte de los cultismos médicos, unos creados expresamente para la medicina, y otros tomados del lenguaje común y convertidos en tecnicismos, añadiendo a ello, las enormes posibilidades creativas de una lengua flexiva como el griego, que permitió la rápida formación de palabras a partir de procesos fáciles de derivación y composición.

Durante la Edad Media, en Occidente, el conjunto del saber médico griego fue traducido al árabe, y de este idioma, junto a las valiosas aportaciones de médicos árabes como Avicena, al latín.

En los siglos XV y XVI, el redescubrimiento de la Antigüedad clásica, propició el estudio directo de los textos antiguos, de manera que se volvieron a traducir al latín los escritos médicos y se despreciaron las versiones medievales a través del árabe. Ello explica la desaparición de la práctica totalidad de los arabismos en el lenguaje médico occidental.

Desde el siglo XVI hasta comienzos del XIX el latín fue el principal idioma médico, si bien desde la llamada Edad Moderna tuvo que convivir con una creciente competencia de las lenguas nacionales (francés, alemán, inglés), que lo sustituyeron definitivamente en el siglo XIX. Pese a esta sustitución, ha sido determinante el factor histórico, y no sólo se ha conservado el patrimonio léxico tradicional, sino que se continúa recurriendo al griego y al latín para la creación de neologismos, términos nuevos para designar los significados resultantes del progreso médico.

 

Si bien la gran mayoría de los términos médicos son vocablos de procedencia grecolatina o neologismos construidos sobre raíces y afijos del mismo origen, existen tambien otros mecanismos linguïsticos a los que recurre la ciencia médica para ampliar su vocabulario:

-extranjerismos: términos que provienen de idiomas modernos.

-siglas, abreviaturas y acrónimos: estrategias de reducción.

-epónimos: términos cuyo significado está asociado al nombre propio de una persona.

 

 



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